Scroll Top

Ana Frank y los Protectores

Historias de resistencia de ayer y de hoy

anne-frank-promo

 Ana Frank, junto a otras siete personas, permaneció escondida en la Casa de Atrás por más de dos años, a salvo de los nazis, gracias a la ayuda de sus protectores. Ana escribe en su diario que ellos demuestran heroísmo a través de su «buen ánimo y su cariño».

Esto es algo que los escondidos, según Ana, jamás deben olvidar.

Ahora vivimos en otra época; en muchos casos, no es necesario ser un héroe para ayudar a los demás.

«La indiferencia no es un comienzo, es un final. Por ello, la indiferencia es siempre aliada del enemigo, ya que aquella beneficia al agresor, jamás a su víctima, cuyo dolor aumenta cuando él o ella se sienten olvidados. El prisionero político en su celda; los niños hambrientos; los refugiados sin techo: no subsanar sus dificultades, no sacarlos de su aislamiento ofreciéndoles una chispa de esperanza, significa eliminarlos de la memoria humana. Y negar su humanidad es traicionar la nuestra». Los peligros de la indiferencia, Elie Wiesel.